¡Sawubona aventureros! Os traigo un nuevo post para hablar de un tema que lleva preocupándome bastante tiempo. Durante una llamada con una amiga, hablando sobre animales y conservación, ella me comentó que le resultaba bastante difícil transmitir a sus conocidos la importancia de concienciarnos sobre medioambiente y proteger los animales, ya que por respuesta habitual le decían algo así… “¿Por qué voy a preocuparme por si muere o no un elefante, o se quema un bosque en Borneo si hay cientos de otros problemas en el mundo más cercanos a mí?
Pues bien, esta pregunta no puede quedarse sin contestación y quiero conectarlos con el problema medioambiental que sufrimos ya que nuestro futuro depende totalmente de la supervivencia de los ecosistemas y de todos los animales que viven en ella. Desde la abeja hasta el elefante, TODOS y cada uno cumplen su función… y parezca o no nuestro destino está atado al de ellos.
Es entendible que al vivir en lugares urbanos desconectemos de nuestro lado más natural y nos sintamos ajenos a la naturaleza, pero prácticamente todo lo que tenemos y compramos proviene de ese lugar el cual explotamos sin piedad y además nos resistimos a aceptar que está desapareciendo.
Los principales problemas de no cuidar el medioambiente ya los estamos comprobando: Cambio climático, pandemias, catástrofes naturales… la lista es larga y da miedo. Así que sin más dilación voy a responderles a esa pregunta del primer párrafo…
Un ecosistema saludable limpia nuestra agua, purifica nuestro aire, mantienen nuestro suelo sano, regula el clima, recicla los nutrientes, nos proporciona alimento, nos da materias primas y recursos para medicinas.
La biodiversidad es el indicador clave de la salud de un ecosistema. Una amplia variedad de especies hará frente mejor a las amenazas que un número limitado de ellas en grandes poblaciones. Incluso si ciertas especies se ven afectadas por la contaminación, el cambio climático o las actividades humanas, el ecosistema en su conjunto puede adaptarse y sobrevivir. Pero la extinción de una especie puede tener impactos imprevistos, que a veces se traducen en la destrucción de ecosistemas enteros.
Si tomamos como ejemplo un ecosistema africano donde el león fuese el depredador ápex y lo eliminamos, con el tiempo nos encontraríamos con una sobrepoblación de herbívoros, lo que resultaría en una erosión de suelo muy alta por el consumo excesivo de hierbas. El suelo, sin la protección de las plantas, se volverá árido y bajo en nutrientes, lo que haría que con las próximas lluvias sea arrastrado con todos los desechos de los animales hacia ríos, ensuciándolos, haciendo que la calidad del agua baje, impidiendo que la vida se desarrollase en estas o afectando directamente ciudades en forma de lodazales o desprendimientos de laderas al no haber vegetación que sujete esas grandes masa de tierra. La falta de plantas haría que no haya polinización por parte de insectos, es decir que no crecerían árboles y otras vegetaciones, y por ende la calidad del aire disminuiría… y así seguirían apareciendo una cadena de problemas que siempre nos afectaran directamente, ya sea por no tener suelos ricos para poder cultivar o que pueda pastar nuestro ganado, habría acumulación de contaminantes en agua y aire…
Éste es un pequeño resumen del daño que haría tan solo la falta de una especie, ahora si yo les cuento que cada hora se extinguen 3 especies, cada día 150… estamos ante una catástrofe a nivel mundial. Porque el ejemplo del león ocurre en todos los ecosistemas del mundo, desde Asia, América, Europa… todos los continentes están sufriendo la pérdida de biodiversidad en sus ecosistemas.
Para luchar contra este problema podemos hacer algunas cosas:
· Podemos instalar casetas para aves y murciélagos en nuestros jardines o balcones
· Supervisar y evaluar el impacto de las mascotas en la biodiversidad. Algunos animales domésticos, especialmente los gatos, son depredadores de animales salvajes y pueden devastar la población local de especies nativas. Se ha estimado que los gatos matan decenas de millones de aves cada año.
· Decorar jardines y balcones con plantas nativas ya que están bien adaptadas a las condiciones locales y son de bajo mantenimiento. Atraer insectos "buenos" plantando plantas de polen y néctar.
· Utilizar productos y métodos naturales para el control de plagas
· Aprende todo lo que puedas sobre la naturaleza y comparte tus conocimientos con los demás. Visita centros de interpretación ecológica, museos de historia natural. Hazte voluntario en una organización que se centre en la conservación o la restauración del hábitat.
· Alentar y apoyar las iniciativas del gobierno local para proteger los hábitats.
· Utilizar productos respetuosos con el medio ambiente. Desechar los materiales peligrosos de forma segura. Los productos químicos que entran en el sistema de alcantarillado pueden contaminar los ecosistemas de aguas dulces y oceánicos.
· Reciclar, reutilizar y reducir. El reciclaje disminuye la contaminación al disminuir el consumo de energía, electricidad y agua y la necesidad de los vertederos.
· Conducir menos, caminar, y al viajar compartir el coche.
Aventureros, espero que con este post podáis de ahora en más difundir el mensaje con más claridad y que junto conmigo pongáis vuestro granito de arena para poder contribuir a salvar nuestro planeta.
¡Impilo enh!
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